Educadores Nicoleños Asociados (ENIA) cumplió ya sus bodas de plata en la ciudad de San Nicolás convirtiéndose en el primer gremio Docente que se constituyó en esta ciudad, siendo su lema EL RESPALDO DOCENTE. La iniciadora de este espacio fue la actual Secretaria General Profesora CRISTINA SARA DE NICOLÁS DE TOFÉ, también conocida en el ambiente educativo como Sarita Tofé. En plena recuperación democrática (1983) fue la iniciadora de este espacio abierto para atender los derechos de los docentes. Hoy, ha conformado un grupo de trabajo que la acompaña y apoya para lograr ese objetivo de manera conjunta.
Un problema personal con una licencia llevo a Sarita Tofé a inmiscuirse y empaparse del tema, empezando así un largo camino de trabajo constante, siendo asesorada por personas como la Presidenta de la FEB María Angélica Huarte de Ferrabosco y la Vicepresidenta Nidia Ciminari, como así también las Representantes del Consejo Directivo y Delegada de Zona V, Prof. Irma Corral de Piccinelli, quienes desde su lugar en la FEB la impulsaron a organizar una Asamblea para todos los Docentes en San Nicolás de los Arroyos. Sarita Tofé nunca había militado en una organización política o sindical, pero aceptó gustosa ante la posibilidad de solidarizarse y ayudar a otros como ella a resolver los problemas en su trabajo.
Esa primera asamblea se llevó a cabo en el salón del Colegio de Abogados de San Nicolás, allí se presentaron la vicepresidente de la FEB, Lidia Ciminari, Delegada de Zona Delia Racano y doce integrantes del consejo directivo. El 2 de julio de 1984, ENIA comenzó a formar parte de la Federación de Educadores Bonaerenses con más de 650 afiliados, un número increíble que evidenció la necesidad de los docentes de un lugar que los respaldara de manera firme y diera respuestas claras ante las inquietudes laborales La obtención de las licencias médicas fue el primer gran logro de ENIA como entidad de base, un trámite complejo y rebuscado paso a ser un trámite simple y conciso, que no perjudicaba ya al docente. Cada punto del Estatuto del Docente fue defendido y abogado de manera férrea desde los inicios, para que se cumplan y hagan valer los derechos que cada docente posee.
Hoy, con casa propia, todos los que conforman la entidad hacen de la solidaridad y la escucha permanente una bandera, atendiendo las necesidades e inquietudes de cada docente que se acerca, abriendo sus puertas para que puedan aprovechar, disfrutar y capitalizar cada consejo, idea y guía que se les brinda. Así logran crecer junto a sus afiliados como profesionales y, lo que es aun más importante, como personas, aprendiendo unos de otros.